Blogia

Mi pequeño espacio libre

Música, Manta e Internet.

Música, Manta e Internet.

Os voy a hacer una confesión: me he cansado de oir a todos esos soplapollas de la música (so payasos, me tiemblan los pies a tu lado) que gimotean “porfa, comprar nuestros discos”, (que malo es de pedir, pero peor es de robar). Como digo, me he cansado de llorones que se embolsan a fin de mes más pelas que los eurodiputados. Rogándonos que no compremos en el top manta, que esos putos negros no son de fiar (balas blancas para la oveja negra), y encima han venido en crucero de lujo solo paja jodernos. Además, lo que hacen es ilegal, pues lo realmente legal es cobrar veinte euros por unos tíos gritando. Que así sólo estáis acabando con vuestros cantantes favoritos (suave que me estás matando, que estás acabando con mi juventud), incultos!

Y es que esos cabrones se han inventado una Gran Palabra, como Democracia, Amistad, Alma: esa palabra es Música. No puedes copiar discos porque atentas contra la Música (¿en sí?, o quizá ¿en general?). Con eso parecen justificarlo todo, como que nos traten como cerdos que copian la Música, que compran Música en el manta, cerdos que están destruyendo, como Bush hace con el Mundo, la gran nuestra Música. Es que no somos solidarios para con nuestros cantantes y músicos, con lo solidarios que son ellos para con nosotros: que tienes un problema, allí están ellos. Si te van a echar del curro, ellos se encadenan contigo en la puerta de la fábrica. Que no te llega para llegar a fin de más, ellos te pagan la letra de la hipoteca. Y nosotros, empero, cómo les devolvemos el favor: Acabando con ellos, y con la Música!

Así que me he decidido a no comprar Música en el manta. No me parece justo. Me lo pienso bajar todo de Internet, que para eso lo tengo pagado. Y que vengan a darme un toque, si quieren y que me expliquen cómo un CD de treinta céntimos de eusko llega a valer de veinte euskos para arriba. Y así me bajaré con el emule y el kaaza (marcas registradas) la discografía completa de todos los grupos que me interesen, y ya veré si me apetece comprar originales (que también los tengo), si de verdad merecen la pena.

Las Cinco del 18 de Junio de 2004

1) Si tuvieras que diseñar tu propio infierno, ¿cómo sería?
Sería un campo, partido a la mitad por un cristal irrompible. En tu lado, una escombrera, la más absoluta soledad y dolor, calor cinco minutos, y seis de frío. Cuando intentas dormirte, hormigas saliendo del suelo te lo impiden al meterse por todos tus orificios. Mientras tanto, en el otro medio campo, niños jugando mientras sus padres los miran con dulzura, gente jugando con un perro, por allá deportistas sudorosos, con una tímida sonrisa de satisfacción. La gente se divierte. Tu estás en tu lado, no puedes parar. Tienes sed, tienes hambre, tienes sueño. Ya llevas cincuenta años aquí. Tu familia ya habrá muerto. Tienes sueño...

2) ¿Y tu paraíso?
La otra parte del campo. Constaría de amistad, amor, solidaridad, tiempo libre... y no necesariamente en este orden.

3) ¿Qué color crees que te representa mejor? ¿Por qué?
No me representa ningún color. Me gusta el rojo, pero nunca lo uso para nada. No tengo una bandera, me dan igual, sólo significan separación contra las demás. No me siento respaldado por ningún partido político, ni ONG, ni soy forofo de ningún equipo de nada.

4) ¿Cómo y dónde aprendiste a amar?
Creo que eso no se aprende. Simplemente llega un momento en que te das cuenta de que tienes esa capacidad, y tras el susto inicial, aprendes a vivir con ello. Es difícil, muy complicado. La vida sería mucho más simple si no pudiéramos amar, y también muchísimo más aburrida...

5) ¿Qué experiencia te ha vuelto más vulnerable?
Estoy acojonado, pensando que algún día llegará. Por ahora, aunque parezca absurdo, estoy asustado de ser tan fuerte emocionalmente. No sé si es bueno, sé que soy raro, pero es lo que soy.

Un Homenaje. Un adiós. COPLAS DE DON JORGE MANRIQUE POR LA MUERTE DE SU PADRE

I

Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.

II

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.

Non se engañe nadi, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de passar
por tal manera.

III

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;

allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.

V

Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.

Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
descansamos.

VIII

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos.

Dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
que acaeçen,
dellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallescen.

IX

Dezidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color e la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?

Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
de senectud.

XIV

Esos reyes poderosos
que vemos por escripturas
ya passadas
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas;

assí, que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
e perlados,
assí los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.

XVI

¿Qué se hizo el rey don Joan?
Los infantes d'Aragón
¿qué se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta invinción
como truxeron?

¿Fueron sino devaneos,
qué fueron sino verduras
de las eras,
las justas e los torneos,
paramentos, bordaduras
e çimeras?

XVII

¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d'amadores?

¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?

XXVI

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
e parientes!
¡Qué enemigo d'enemigos!
¡Qué maestro d'esforçados
e valientes!

¿Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benino a los sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
qué león!

XXXIII

Después de puesta la vida
tantas vezes por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero;

después de tanta hazaña
a que non puede bastar
cuenta cierta,
en la su villa d'Ocaña
vino la Muerte a llamar
a su puerta.


Jorge Manrique, 1477

Adiós, amigo. Te quería más de lo que yo pensaba.

Una habitación.

La estancia estaba vacía, sólo llena del sonido de la lluvia contra las ventanas. Las tenues luces producían una sensación de queda irrealidad, y los distintos objetos esparcidos por el suelo, cubiertos por una capa de polvo, indicaban que llevaba mucho sin ser habitada. A esta conclusión se llegaba también sin más que advertir la fina sábana que protegía dos sillones contiguos.

Y sin embargo se oyó el siseo de una cerradura, y el pomo de la puerta se giró lentamente, tras lo que un molesto chirrido acompañó al movimiento de las oxidadas bisagras. Apareció la figura de un hombre de traje, corbata y maletín, que dio unos paso al frente mientras su mano izquierda buscaba inútilmente el interruptor. Extrajo del bolsillo derecho una pequeña linterna, y la usó para irradiar un estrecho haz sobre la pared, a la altura de su cabeza. Su luz siempre en movimiento hizo crecer la sensación de desolación. Encontró y accionó finalmente el interruptor, colocado muy alto, apagando después la linterna.

Gracias a luz la habitación cambió súbitamente de aspecto, pues ahora se observaba que, pese a estar también vestidas con mucho polvo, las paredes albergaban una espléndida colección de cuadros, todos obscuros y con marcos de roble. No había televisor ni receptor de radio, ningún aparato eléctrico. Posiblemente ya había sido un gran logro la instalación de la corriente eléctrica para iluminarla. En un rincón, un grandioso escritorio parecía esperar, paciente e inmóvil, que un estudiante le proporcionara un poco de vida. Dos libros cerrados descansaban sobre el escritorio. El hombre los cogió.

Una anticuada cortina, quizá costosa en otras épocas, ocultaba una fracción del habitáculo. El hombre la descubrió cuidadosamente, tratando de no levantar polvo, y apareció un amplio y espectacular mueble, en el que puso los dos libros que había recogido del escritorio, y otros dos que traía en el maletín. Así, pasaron a hacer compañía a los otros que estaban colocados en el mueble, silenciosos, preciosos. Él nunca los había contado, ni tampoco ordenado, pero suponía que habría más de dos mil. Como todos los miércoles, cerró los ojos, y dejó que sus dedos vagaran por los lomos de los libros, sintiendo sus palabras, pensando en las horas que los autores habían dedicado a esas páginas llenas de tinta. Cogió un libro y abrió los ojos. Luego estuvo otros cinco minutos leyendo los títulos y autores de otros libros, hasta que se decidió por uno. Ya tenía lo que había venido a buscar: un libro elegido por él, y otro proporcionado por el azar. Colocó ambos tesoros en el maletín, cerró la inmensa cortina con cuidado, saltó sobre los objetos del suelo, apagó la luz volviendo a presionar el alto interruptor, salió de la habitación, cerró la puerta. Se oyó el siseo de la cerradura.

La estancia estaba vacía, sólo llena del sonido de la lluvia contra las ventanas. Las tenues luces producían una sensación de queda irrealidad Los distintos objetos esparcidos por el suelo estaban cubiertos por una capa de polvo. Nadie iba a volver hasta el miércoles siguiente.

Las Cinco del Viernes, 12 de Junio de 2004

1) ¿Cómo sueles vestir?
Lo mío son los vaqueros, con playeras o botas, o pantalones ligeros, y una camiseta de mi colección particular. No soy muy cantoso, y visto cosas muy cómodas.
2) ¿Vistes como te gustaría vestir?
Sí, visto lo que me gusta, es mi forma de vestir.
3) ¿Te han mirado alguna vez mal por la calle por no ir "normal"?
Sí, me suelen mirar cuando llevo una camiseta con una foto del Ché Guevara. No sé que les pasará por la cabeza.
4) ¿Te importa que te miren?
No, es más, suele gustarme. Creo que me visto un 80% para mí, y otro 20% para que me vean, pero cosas que me gusten, siempre.
5) ¿Te han dicho alguna vez "que pintas llevas"?
Supongo que sí, pero no les habré hecho mucho caso...

Ésto es de locos.

Tenéis que ver esto. A mi me ha dejado paralizado, no me entra en la cabeza. ¿Cómo puede llegar la gente a esto? Vedlo vosotros: inmolación. Da que pensar, y a mí, también miedo.

Camino a casa.

La calle está bella, oscura, y fresca. No hay nadie más que una pareja, en un rincón, conociéndose poco a poco. Miro a la carretera: un par de taxis y dos coches negros, potentes, probablemente de ejecutivos trasnochadores. Me los imagino excusándose ante sus mujeres: "He tenido una reunión muy importante...", mientras se acuerdan de que, con las prisas, no se han puesto el anillo, escondido en el monedero.

Voy hasta mi coche que, viejo y sucio, me ha estado esperando todo el día, paciente, a dos manzanas de mi trabajo. Últimamente no hay sitio para aparcar. Lo abro lentamente, como si se me fuera a romper (o soy yo el que se puede romper?), y me dan ganas de no arrancarlo, y quedarme dormido en él, en mitad de esta calle, con la ventana bajada hasta la mitad, de modo que la brisa nocturna me acaricie la cara.

Estoy muy cansado. Agotado. Ha sido un día muy duro. Sin embargo, una sonrisa se instaló en mi cara a primera hora, quizás para oponerse al día gris que recorría la calle. Y tengo ganas de llegar a casa, cenar y comprobar que mi cama me ofrece ese descanso que tanto necesito. Mañana será un día duro.

Por qué estamos aquí??

Todos nosotros entramos en los blogs de otras personas, por curiosidad, por recomendación... Yo escribo, cómo buenamente puedo, asíduamente en mi pequeño espacio libre, cómo es mi "obligación" (para eso es mío...), ¿y vosotros, qué haceis aquí? Por eso, hoy os voy a proponer que escribais comentarios sobre cómo habeís entrado en éste mi blog. Me gustaría saber si es la primera vez que entráis, si sois asíduos, qué os ha gustado, que os ha parecido mal... En fin, que podéis comentar cuanto queráis. Muchas gracias, y un gran saludote para todos.

Perfect Day

1)Describe en 3 palabras un día normal en tu vida.
Comida, estudio, sueño.
2)¿Qué es lo primero que haces al despertarte y lo último antes de dormir?
Ducha + desayuno, gimnasio + cena.
3)¿Cómo es tu desayuno?¿Eres de los que desayuna en forma, o va comiendo a lo largo de la mañana?
Desayuno fruta, galletas, café. Todo de una sentada, aunque puede que caiga otro café a media mañana.
4)¿Cuántas horas tiene tu día? ¿Las horas que no estás dormido?
Unas 18. Seis para dormir suele ser lo normal.
5)Describe un día perfecto.
Hace sol, me levanto con energía, doy una vuelta con mis amigos por un sitio que no conozco, no sé el idioma. Tomamos unos tragos antes de comer. En el telediario dicen que se ha acabado la guerra de Irak, ya no hay inundaciones, ETA ha entregado las armas. Al Qaida les secunda. Ganan todos mis equipos de futbol, balonmano, baloncesto... Conozco una chica 10 y nos vamos a dar una vuelta. El día tiene 35 horas. No quiero que acabe.

El niño que no sabía reir.

El niño que no sabía reir.

Érase una vez, en un pueblo costero, un niño muy raro: un niño triste, un niño al que no le gustaba jugar, y que nunca ría. Muy preocupados tenía a sus atentos padres, siempre serio serio, hablando cómo hablan las personas mayores. Y es que parecía que éll no tenía motivos reales para estar triste.

A los cinco años le llevaron al circo, y vio los leones pasando por unos aros de fuego y volar a los trapecistas y contar chistes a unos simpáticos payasos. Se aburrió solemnemente. Sin darle una patada a un balón creció hasta los ocho años y, cuando lo hizo, le pareció absurdo. Al cumplir los diez se preguntaba por qué los demás niños pensaban tanto en el futuro: unos querían ser futbolistas, otros astronautas, médicos, enfermeras... Él nunca quería ser nada. Las niñas querían que los niños maduraran, los niños insultaban a las niñas y les sacaban la lengua, a la vez que suspiraban por ellas. Él no sentía nada. Pero algo fallaba en él, y él lo sabía. Era muy distinto a todos, y por eso decidió preguntarle a sus padres.

Preguntó a sus padres, que no supieron ni qué responderle. Llevaban tantos años intentando hacerle feliz, que no tenían una hipótesis para el origen de su mal. Le sugirieron que consultara con sus profesores.
Preguntó a sus profesores. Alguno le tenía mucho cariño (él no era un niño malo, sólo triste), pero ellos no eran expertos en esos temas tan complicados. Así que decidió ir a hablar con los que él consideraba ?expertos en complicaciones?.
Preguntó a unos políticos, pero entraron en un rodeo lingüístico y, haciendo uso de los oropeles del lenguaje aprendido durante tantos años, evitaron entrar a tratar el tema en sí.
Preguntó a un cura, a un filósofo preguntó. El último le aseguró que ser feliz y estar contento no merecía la pena, por cuanto formamos parte de un Todo inmenso, un Todo al que no le importa si un diferencial de sí mismo está contento o triste, aguanta el llanto o esboza una sonrisa, sueña con un futuro mejor o se resigna con una mera continuación del pasado. El cura, sin embargo, trató de convencerle de que Dios es la Mano que nos ha hecho de acuerdo a un plan superior, de modo que si estaba triste y no le gustaba jugar era debido a que Dios así lo quería, y que ello le sería agradecido en la otra vida, la eterna.

Y el niño preguntó y preguntó, pero nadie le aclaró el origen de su tristeza, su no-alegría. Desde su ventana miraba apesadumbrado a las niñas y niños de su clase o de su barrio, jugando todos juntos, y pese a que le envidiaba en cierto modo, si con ellos le invitaban a jugar, rehusaba la oferta porque, sinceramente, no le apetecía. No tenía ganas. No le gustaba, eso era todo. Él era raro, muy distinto a los demás, triste, y aunque le gustaría ser como el resto, nada hacía por cambiar. ¿Para qué? Si él no tenía ilusiones.

Por cierto... ¿alguien sabe por qué el niño siempre estaba triste? Yo no. Pero me gustaría que pudiera reir. Sin más.

Vete a la mierda!!

Vete a la mierda!!

No soy de ningún partido político. Digo esto para que nadie se piense que ataco a un "contrario". Pero ya estoy hasta las narices del payaso de Aznar, y me gustaría mucho que se retirara, pero en serio, no este "me he ido pero vuelvo de vez en cuando". No me hace ni pizca de gracia.

Soy de la opinión de que cuando un político deja de ser el mandamás del partido, tiene que desconectar con ese mundo. No quiero a Fraga hablando de política; no me gustaría que Puyol apareciera más en los telediarios que su sucesor; Arzallus tiene que irse al monte y dejar paso a las nuevas generaciones. Así hacen un favor a sus enemigos y, sobre todo, a sus amigos, los cuales pueden empezar a obrar según sus pensamientos. Es por esto por lo que Aznar debería montar un negocio, o dar clases en la Universidad, o hacerse jugador profesional de padel y prepararse para los campeonatos del mundo, en caso de que existan, y dejar que Rajoy, Zaplana o quien sea haga su trabajo.

Para mí, la guerra de Irak roza la frontera de la legalidad. Ni me gustó cuando empezó, ni me gusta ahora. En las últimas elecciones, se demostró que ya estabamos todos hartos, y la mayoría votó por retirar las tropas de Irak, y ahora, con (gracias a) Zapatero,están siendo retiradas a petición popular. Entonces, ¿¿a qué narices va Aznar a visitar a Bush y a Rumsfeld para poner a parir al gobierno actual?? Parece el típico tocagüebos de clase "seño, seño, yo no he zido, ha zido el cabrón de Zapa". No, Aznar, no ha sido Zapa. Es que sí él no retira las tropas, estaría engañando al electorado, que le ha elegido para hacer lo contrario a tí.

Así que ahí queda eso, y para que veáis que Aznar no me cae tan mal como parece (hasta el Prestige y la reforma de la LOGSE, no me caía demasiado mal, aunque con la guerra le odié), tengo que decir que Bush es bastante más HIJODEPUTA, MALO y CABRÓN. Todavía me hierve la sangre al recordar el chistecillo de "¿están aquí las bombas de destrucción masiva? ¿donde están? ¿alguien lo sabe?" Casi me muero de risa. Igualito al difunto Gila.

Lunes

Lunes

Hoy es lunes, y sin embargo hace sol. Los lunes van casi siempre tras los domingos, pero esta semana no ha sido así. Hoy parece una continuación natural del fin de semana. Me he levantado con una alegría impresionante, sin motivo alguno. He ido cantando a todos los sitios, o silvando, si la gente me miraba demasiado.
Y no sé si se debe a que el finde ha sido muy bien aprovechado, o si es el sol el que me alegra, o que hicieron buenos partidos todos mis equipos de balonmano, futbol y baloncesto. Yo qué sé. Sólo estoy seguro de dos cosa: quiero que me dure, y me gustaría poder contagiaroslo.

Paulo Coelho: El Alquimista.

Paulo Coelho: El Alquimista.

La verdad es que he roto una "promesa" que me hice hace mucho. Bueno, en realidad sólo he roto media. Mi promesa nació cuando me dí cuenta de que no tengo tiempo para leer todos los libros que existen, así que opté por las dos normas siguientes:

a) si un libro es muy largo o muy aburrido, NO SERÁ LEIDO.
b) no leer dos veces el MISMO libro.

La a) tenía una excepción que ya he satisfecho: El Quijote
La b) sólo se puede romper en tres ocasiones: puedo leer El Principito y el Lazarillo de Tormes todas las veces que quiera, y La Historia Interminable únicamente una vez más (la tercera) cuando sea viejo.

Sí, ya sé que puede parecer extraño, absurdo: una tontería. Pero he roto la promesa por Paulo Coelho (sí, el barbas que escribe al final de El Semanal), y su "novela sobre los sueños y el destino": El Alquimista. ¿Qué no lo has leido? Lo siento, colega, no sabes lo que te pierdes. No te pienso "vender" ningún libro más, lee lo que te de la gana, pero El Alquimista te lo tengo que recomendar, por ética de lector. Se lee en tres horas y cuarto (calculado porque lo leí de dos tirones), y es genial. Trata de mi vida, de la tuya, de la de los vendedores de palomitas, de Egipto y sus pirámides, del amor, de...

Canción Triste de Cualquier Street.

Canción Triste de Cualquier Street.

Aunque ya se ha pasado el día de la Madre, aunque a la mía nunca le ha sucedido nada malo con mi padre, hay muchísimas mujeres, madres o no, que cada día malviven con un ogro a su lado. Para ellas, para todas, esta canción de Bebe, "Malo". Bajáosla de donde podáis.

Apareciste una noche fría
con olor a tabaco sucio y a ginebra.
El miedo ya me recorría
mientras cruzaba los deditos tras la puerta.
Tu carita de niño guapo
se la ha ido comiendo el tiempo por tus venas,
y tu inseguridad machista
se refleja cada día en mis lagrimitas.

Una vez más, no por favor que estoy cansá
y no puedo con el corazón.
Una vez más, no mi amor por favor,
no grites que los niños duermen.

(párrafo rojo)

Voy a volverme como el fuego,
voy a quemar tus puños de acero
y del morao de mis mejillas saldrá el valor
pa cobrarme las heridas.

Malo, malo, malo eres
no se daña a quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres
no te pienses mejor que las mujeres.

(párrafo amarillo)

El dia es gris cuando tu éstas
y el sol vuelve a salir cuando te vas
y la penita de mi corazón
yo me la tengo que tragar con el fogón.
Mi carita de niña linda
se ha ido envejeciendo en el silencio.
Cada vez que me dices puta
se hace tu cerebro más pequeño.

(párrafo rojo)
(párrafo rojo)
(párrafo azul)
(párrafo amarillo)
(párrafo amarillo)
(párrafo azul)
(párrafo amarillo)
(párrafo amarillo)

Malo, malo, malo eres
malo eres, porque quieres.
Malo, malo, malo eres
no me chilles, que me duele.

Eres débil y eres malo
y no te pienses mejor que yo
ni que nadie.

Y ahora yo me fumo un cigarrito
y te echo el humo en el corazoncito
porque malo, malo, malo eres tú
malo, malo, malo eres, sí
malo, malo, malo eres siempre.
MALO MALO MALO ERES.

La gente me visita!!!

La gente me visita!!!

La verdad es que no pensé que alguien pudiera llegar a leer este blog, a no ser que estuviera muy perdido. Puse un contador en el blog, con el sudor de mi frente, y un poquito de paciencia, más por curiosidad que por otra cosa: unas tres personas diarias leen lo que escribo. Puede parecer una tontería y/o payasada pero sinceramente, no me lo esperaba. Claro que me gustaría que un millón de internautas entraran cada día a Mi pequeño espacio libre, pero qué coños, soy un escritor modesto, no me importa. Así que gracias a los visitantes anónimos, pocos pero selectos, y espero que, de algún modo, os sea grato y ameno, aunque sólo sea para pasar cinco minutos entrenenidos. Ah, en agradecimiento, os regalo una flor a cada uno, y un saludo.

Demasiado perfeccionista.

Me he dado cuenta de que no escribo apenas en este blog, y he llegado a la conclusión de que soy demasiado perfeccionista: no quiero escribir tonterías sin sentido, por lo que no escribo. Pues habrá que intentar que eso cambie, porque un pintor que no pinta cuadros por miedo a que no estén a la altura del Gernika, lo tiene muy mal para ser un mediocre pintor incluso de brocha gorda. Así que a partir de ahora quemaré este blog, que case sólo yo leo (puede que alguien se equivoque y llegue aquí). Asi que hoy hablaré de sexo. No de sexo no, que está muy visto. Entonces de libros -pero si no tienes alma de crítico-. No sé. Creo que soy demasiado perfeccionista.

Las cinco del viernes, 30 de Abril de 2004

1) ¿Qué debe tener alguien para que sea tu pareja perfecta?
Simpatía, alegría, mis mismas ilusiones, una forma de ver el mundo similar a la mía, que sea activa, bonita, y qué leches, que esté buena...
2) ¿Qué es lo que más detestas en tus parejas?
Que aguante mis excentricidades con una mueca de asco, en vez de intentar comprenderlas. Que no se atreva a decirme lo que piensa, que seamos dos extraños.
3) ¿Harías algo por cambiar a tu pareja?
Se pueden cambiar? A cuánto el kilo de pareja? Si la cambias, ya no es la que es.
4) Si tienes pareja o la estás buscando, ¿esperas que dure y tener una relación con futuro, o es por pasar el tiempo?
Si dura, dura. Si no, pasamos el tiempo. Nadie sabe cuanto tiempo vas a estar con una relación en el momento de empezarla, y es inútil planificarlo: lo que sea, será.
5) En una relacion de pareja, ¿cómo actúas?
Sin más. Yo soy yo. Mucho no puedo cambiar, si no sería una farsa.

Las cinco del viernes, 16 de Abril del 2004.

Esta semana las cinco son muy muy jodidas, así que habrá de todo...
1) ... déjalo en mis manos.
2) ... no es lo que parece
3) ... y se subió la cremallera.
4) ... nunca antes me había pasado.
5) ...y el mio es más grande.

Cuentan las malas lenguas, que un día estaban dos amigos de fiesta-borrachera en un pueblo de ¿Málaga?, un poco aburridos ya de que todas las tías les dieran largas. Se fueron al meódromo a vaciar, en uno de esos momentos en los que la filosofía corre cual Forrest Gump, uno se lamentaba de su mala suerte con el sexo femenino:

-Puex no lontiendo, con lo juapo que xoy, con lo buena perxona que xoy, con lo lito, lo xincero...
-Ezo e porque no tiene un buen tema, comor mío.
-Como que no? Xi la tengo inmennnnnnnsa...
-A ver, quillo, que no te creo.

Y el jefe sacó el tema a relucir.
-Ozú, er hioputa que verga ma grande nunca antes me había pasado, ver un tema tan enorme, de no zer por el mío, jaja, er tuyo grande, y el mio es más grande-dijo enseñandolo.

-Oxtia, tío, déjalo en mis manos.. Joe, poxi que pessa.

En esto que entró en el bar otro coleguilla, y les vió con las manos en la masa.
-No e lo que pareze!!!. Dijo uno, dándose la vuelta. El otro, rojo, dándose cuenta de la situación tan enrevesada en la que se encontraban, dijo:
-Que xi no follamos porque las tíax no tienen ni puta idea de lo quex un buen maxo.-se subió la cremallera, y salió del water.

Mis vacaciones de Semana Santa

Que la Semana Santa es un periodo de reflexión y recogimiento es algo muy evidente. Pero, ¿quién de nosotros se ha recogido para reflexionar? Nos hemos ido al pueblo, o a casa de unos amigos, a la playita, a la fiesta y a la aventura. ¿Que te tocaba comerte una procesión por narices? Pues ponías cara de beato y ya eres más Papista que el Papa.

Y digo esto porque la mía, de Santa no ha tenido nada. Empezó como empiezan siempre, con el viaje, y una fiestecilla de apertura, que al final se prolongó otros ocho días. No pude ir a ninguna de las cuatro misas que hubo en mi pueblo (uno de Zamora, de cuyo no puedo olvidarme), porque estaba en otros menesteres más terrenales. Y acabó por todo lo alto, con el higadillo medio fuera y la cirrosis afilando los cuchillos y la despedida siempre triste -"hasta el verano, que es cuando nos veremos"- y la vuelta a casa, triste, pensativa...

Así que ahora estoy medio de relax, intentando evadir al máximo la vuelta a la "puta rutina que me ahoga cada día más". Volveré, como las oscuras golondrinas, lo prometo. A recogerme. A reflexionar. La próxima Semana Santa.

Las cinco del viernes, 9 de Abril del 2004

1) Si necesitas algún consejo, ¿a quién acudes?
Para consejos "normales", acudo a mi familia, cualquiera.
Para consejos "personales", voy donde mis amigos (los de verdad, no más de tres), o a un hermano mío, F. Al otro no le pregunto nada.

2) ¿Les haces caso a los demás cuando te dan consejos?
Si pido consejos, es para hacerles caso. Esto no significa que los siga a pies juntillas, sino que los tomo en consideración, y actúo bajo mi propia responsabilidad. No se me ocurrirá, bajo ningún concepto, echarles luego la bronca por un mal consejo, porque la elección será sólo mía.

3) ¿Eres de dar consejos a los demás?
No doy demasiados consejos, generalmente porque no hace falta. Cuando los doy, intento que el aconsejado vea todas las posibilidades que existen, y que no se agobie. Luego le deseo suerte, valor, y al toro.

4) ¿Cuál ha sido el mejor consejo que te hayan dado?
Más que un consejo, fue una insinuación que duró unos 18 años: la de que tenía que estudiar una carrera. Aunque ahora no estoy muy contento con mi carrera (Ingeniería de Telecomunicaciones), entrar en la universidad ha sido una de las experiencias más relevantes de mi vida. Si me hubiera puesto antes a trabajar, considero que me hubiera perdido muchas cosas.

5) ¿Alguna vez te has arrepentido de seguir el consejo de un amigo,
familiar, profesor, etc?

Supongo que sí, aunque no me acuerdo de ninguno. ¿Quien no ha tenido un desengaño amoroso por hacerle caso a un amigo?