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Mi pequeño espacio libre

Mis vacaciones de Semana Santa

Que la Semana Santa es un periodo de reflexión y recogimiento es algo muy evidente. Pero, ¿quién de nosotros se ha recogido para reflexionar? Nos hemos ido al pueblo, o a casa de unos amigos, a la playita, a la fiesta y a la aventura. ¿Que te tocaba comerte una procesión por narices? Pues ponías cara de beato y ya eres más Papista que el Papa.

Y digo esto porque la mía, de Santa no ha tenido nada. Empezó como empiezan siempre, con el viaje, y una fiestecilla de apertura, que al final se prolongó otros ocho días. No pude ir a ninguna de las cuatro misas que hubo en mi pueblo (uno de Zamora, de cuyo no puedo olvidarme), porque estaba en otros menesteres más terrenales. Y acabó por todo lo alto, con el higadillo medio fuera y la cirrosis afilando los cuchillos y la despedida siempre triste -"hasta el verano, que es cuando nos veremos"- y la vuelta a casa, triste, pensativa...

Así que ahora estoy medio de relax, intentando evadir al máximo la vuelta a la "puta rutina que me ahoga cada día más". Volveré, como las oscuras golondrinas, lo prometo. A recogerme. A reflexionar. La próxima Semana Santa.

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