Creo que lo estoy consiguiendo. Creo que ya nadie lee este blog, coño, que ya no me paso por aquí casi ni yo. Pero le pillé cariño en su momento, y de vez en cuando me acuerdo de él, y pienso: tengo que poner ésto o aquello, voy a comentar lo de ayer, pero llego a casa y no me acuerdo y no tengo ganas y no escribo porque no quiero.
Hoy es sábado, y sin embargo hace un día acojonante aquí en Bilbao. Me he levantado tarde, algo que hacía meses que no hacía. Me encantan los fines de semana en los que se puede descansar. Comeré y me iré a ver un partido que juegan unos colegas. Vida relajada, que falta me hace.
¿Y a tí cómo te va? ¿Has crecido? ¿Te has echado novio/a? Has acabado esa mala racha? Y lo más importante, ¿tú quién eres? ¿qué coño haces leyendo estas gilipolleces? ¿no tienes nada mejor que hacer?
En esta habitación hay un halo de estúpida melancolía. Pienso en ello mientras hago girar un bolígrafo bic entre mis dedos. Sí, ando aburrido, esperando que llegue el momento de la comida, pero hoy tengo que esperar a unos familiares que se están retrasando.
Tengo un poco de sueño, eso es porque he dormido demasiado, y no estoy acostumbrado. Han sido algo más de ocho horas, no es mucho para la gente pseudo-normal, pero a mí me parece una barbaridad. ¿tú cuánto duermes?
¿Eooooooooooo? ¿hay alguien hay? ¿por qué nadie contesta? Pues porque no hay nadie, tontolaba, que esto está más parado que el bigote de Aznar. Me voy a poner a escuchar algo de música, aunque no sé qué poner. ¿Fito? Al final he puesto al cuarteto de Con Mucho Gusto, pero ya me largo, aquí te dejo, en soledad inmensa, que esto no lo lee nadie! Ahora que lo pienso, si escribo BOMBA o ATENTADO o INMOLARNOS seguro que lo leen los de la CIA o los del CNI, y algo es algo.
Agur, Benur.
La verdad es que no pensé que alguien pudiera llegar a leer este blog, a no ser que estuviera muy perdido. Puse un contador en el blog, con el sudor de mi frente, y un poquito de paciencia, más por curiosidad que por otra cosa: unas tres personas diarias leen lo que escribo. Puede parecer una tontería y/o payasada pero sinceramente, no me lo esperaba. Claro que me gustaría que un millón de internautas entraran cada día a Mi pequeño espacio libre, pero qué coños, soy un escritor modesto, no me importa. Así que gracias a los visitantes anónimos, pocos pero selectos, y espero que, de algún modo, os sea grato y ameno, aunque sólo sea para pasar cinco minutos entrenenidos. Ah, en agradecimiento, os regalo una flor a cada uno, y un saludo.