Blogia
Mi pequeño espacio libre

Mi Yo - Yo

Nada que ver conmigo.

Nada que ver conmigo. .

¿Y qué le importa a nadie
cómo está mi alma?

Más triste que el silencio,
y más sola que la luna.

¿Y qué importa ser poeta,
o ser basura?

En el 2004 me he dado cuenta de que...

La normalidad no existe.

La monotonía no me gusta.

Se tarda menos en enamorarse que en desenamorarse.

Es imposible desenamorarse.

Vivir es excitante.

La vida es corta.

Morir no me da miedo.

Envejecer me da miedo.

Soy muy abierto de mente.

Me gusta lo que hago.

La televisión ha bajado mucho en calidad.

Los blogs no enseñan más que los libros.

He cambiado mucho en el último año.

Con mi familia me tocó la lotería.

Soy muy afortunado.

Soy raro.

La soledad voluntaria es interesante.

El amor es grandioso.

No tengo a nadie a quién odiar.

Las religion puede ser buena.

Los terroristas son unos hijosdeputa.

2004 --> 2005

.

Aunque lo teníamos avisado, ha empezado el 2005. Vale, ya estamos a día 3, o 4 según los tiquismiquis, pero es que realmente me acabo de dar cuenta ahora. Será porque se me acaban de pasar hace nada los efectos del alcohol... Y lo que ahora tenemos ante nosotros es otro año nuevecito, a estrenar: si lo aprovechamos será cojonudo, si lo malgastamos no será.

¿Qué buenos propósitos te has planteado? ¿Dejaste de fumar? ¿Eres más sincero / abierto / agradable? ¿Qué esperas de este año? Yo sigo como antes, la verdad, y no me ha afectado mucho lo del cambio del 4 por el 5. Si no fuera por una conversación que tuve, o que no tuve, esa noche, nada hubiera cambiado, y ese cambio tampoco influye mucho en mí.

Las navidades llegan a su fin, y la rutina aparecerá en breve, si no ha llegado ya sin saludar. Me niego. Me niego. Me reniego. Feliz Año Distinto.

CONTRA LA POBREZA

CONTRA LA POBREZA .

_____ Pues me toca las narices que estos capullos vayan a jugar n partido contra la pobreza, oye. Que Ronaldo hace tiempo se compró una isla para él solito, y a Zidane no conduce un Ibiza, precisamente. Schmacher podría mantener con su sueldo a unas 50.000 personas del Tercer Mundo, y no cuento lo que gana con la publicidad. Así, hasta unas cuarenta estrellitas, todas muy mediáticas, dentro del cesped. Echa cuentas si te apetece.

_____ Además, para tocar un poco los cojones (perdón por lo de "poco"), se les ha ocurrido la brillantez de poner entrada libre, y que la gente aporte según su conciencia. JA, JA, JA. Luego darán las pelas a PNUD, que se supone que ya debería estar bien financiada, (JODER, que es de las Naciones Unidas, y ahí entran una pila de países y gobiernos, que los cabrones no hacen nada para acabar con la pobreza), y se les debería caer la cara de vergüenza de que existan "colectas" de este tipo.

_____ Evidentemente, los datos del dinero recaudado no se mostrarán al público, pero en el Marca la portada de mañana será (me apuesto el culo): "GOL A LA POBREZA". Sí, puede que también pongan debajo "Y CONTRA EL TERRORISMO", pero ése ya es otro tema.

_____ Por cierto, que habrá que como habrá que pagar los aviones para todos los jugadores, árbitros, entrenadores, estrellas varias, y los sueldos de los policías, la seguridad extra, luces, limpieza, anunciarlo en televisión... Estos no dan un duro al PNUD, lo único que quieren es PUBLICIDAD.

http://www.terra.es/deportes/articulo/html/dpo55759.htm

.
.

Hombre blanco soltero busca.

Hombre blanco soltero busca.

_____ Hoy, para variar, voy a contar algo sobre mí. Bueno, todos los post anteriores hablan de mí de una forma u otra, pero generalmente reflejan más mi estado de ánimo que mis vivencias personales. Y sin embargo hoy, como he dicho, voy a hablar un poco sobre mí.

_____ Llevo casi seis meses muy sumergido en temas de... amoríos y relaciones varias, y llevándome batacazos, muchas alegrías, algunos enfados, y disfrutando de cada relación, de cada mirada, de cada hola, incluso de cada adiós. Aprendiendo. Si me fijo en mi yo de un año atrás, observo cómo antes era capaz de dominar mis pensamientos, mi corazón, no me importaba tanto estar solo, en realidad hasta llegaba a gustarme. Sin embargo, ahora paso gran parte de mi tiempo pensando en esta o aquella chica, imaginando una y otra situación, y llevando alguna de mis fantasías a la realidad. Reconozco que también sufro más que antes, algunos días no me apetece ni levantarme, ni hablar con la gente, se me esfuman las ganas de comer.

_____ Pienso en la chica que conocí en verano, a la que tengo que llamar para charlar un rato, me acuerdo de la otra, de la que me enamoré en unas fiestas pero no me dio tiempo a explicarle mis sentimientos: cuando me quise atrever (y juro que esta vez no tardé mucho) ella ya había empezado a salir con otro. Daba la circunstancia que encima yo la veía muy feliz, por lo que no tuve más remedio que desearle buena suerte, y apartarme. Luego hubo otra, a la que puede que yo hiciera daño, y lo siento mucho si así fue, de verdad.

_____ Llegamos a lo que es el presente, que como yo digo el presente es ayer, hoy y lo que queda de esta semana, pues tomar el presente como éste simple instante se me hace muy corto. Bueno, pues en el presente tengo en mente a una chica, muy maja, muy guapa, divertida, gran habladora y mejor escuchadora. Y me gusta mucho, y me gustaría intentar, no sé, algo con ella. Ya estoy decidido a hablar con ella, y después, que Dios reparta suerte, valor, y al toro.

_____ Si en el futuro, léase la semana que viene, pongo algún post tipo ?Él era un chico triste? o ?La vida no había sido buena con él?, ya sabréis que, una vez más, y ya van unas cuantas, me habrán dado por el consiguiente, de modo que estaré cantando bluses una semana y pico, y luego sacare de nuevo el radar, y a seguir buscando a la chica de mis sueños. Por otro lado, si escribo algo como ?Hay días que parece que el sol brilla más? o ?Un esbozo de sonrisa iluminaba su cara?, podéis pasar a felicitarme. Lo mismo podéis hacer si no tengo tiempo ni para escribir, jajaja.

_____ Por cierto, tú ya has encontrado a tu media naranja?

.

Un cambio.

El muchacho alzó la cabeza, pero no acertó a ver nada más que el polvo que levantaba el coche en su huida, incapaz de distinguir la matrícula, siquiera el modelo o color del vehículo. Cabizbajo, hizo inventario de su vida en unos diez segundos, tras lo cual comenzó a llorar como no recordaba haberlo hecho desde hacía mucho tiempo, acaso cuando su padre le pegaba al no traer del colegio buenas notas. Ahora no era nadie, no contaba para nadie, no tenía ni un ser querido al que contarle sus penas. Y sintió que siempre había sido así, y que siempre se había negado a reconocerlo.

Lloró, lloró, lloró y lloró. Derramó saladas lágrimas sobre su cara y sobre su camiseta donde, debido al polvo, se preparaba una magnifica mancha parduzca. Fue en ese día, en ese mismo momento, cuando, por fin, se decidió a empezar lo que sería su nueva vida, una vida de verdad, que manejara él y nadie más. Secó sus lágrimas, se levantó del suelo, miró al cielo, y se sintió seguro.

La Y de X

La Y de X

. Probablemente la vida no había sido justa con X. Es posible que la mala suerte se hubiera ensañado con él desde que llegó a este mundo en un parto adelantado, en el que falleció su madre. Casi con toda seguridad era la persona con más calamidades sobre sus hombros de todas las que vivían en Valle Grande. Pero de lo que X nunca se podría quejar era de su Y.

. La Y de X le producía una sensación tan agradable que le hacía olvidar, si acaso por unos minutos, todas y cada una de sus desventuras. Y es que como Z mismo decía, no todo va a ser malo, que incluso en el infierno hay algo bueno: que no hace frío. Hablando de Z, Z tenía muchas cosas buenas, de las cuales podía estar, y de hecho estaba, muy orgulloso, tanto que se podría decir que hasta era feliz, realmente feliz, pero Z no tenía ni la mitad de la Y de X, y lo sabía, y aunque eso era algo que no le obsesionara, sí sentía cierta envidia de X por ello.

. Evidentemente, X era consciente de que, aparte de su Y, pocos motivos había para estar contento, pues ya desde pequeño, el paso de sus días se había parecido más a una maldición convertida en realidad que a lo que la gente normal en Valle Grande solía llamar ?vida?. Pero no le quedaba más remedio que tratar de seguir adelante: ya llegarían momentos de L, M, y N, soñaba mientras se refugiaba, como un campesino convertido en militar lo hace en su trinchera, en su única alegría que, como sabemos, no era otra más que su Y.

Por cierto, la foto es de FELIPE.

La Y de X

La Y de X

. Probablemente la vida no había sido justa con X. Es posible que la mala suerte se hubiera ensañado con él desde que llegó a este mundo en un parto adelantado, en el que falleció su madre. Casi con toda seguridad era la persona con más calamidades sobre sus hombros de todas las que vivían en Valle Grande. Pero de lo que X nunca se podría quejar era de su Y.

. La Y de X le producía una sensación tan agradable que le hacía olvidar, si acaso por unos minutos, todas y cada una de sus desventuras. Y es que como Z mismo decía, no todo va a ser malo, que incluso en el infierno hay algo bueno: que no hace frío. Hablando de Z, Z tenía muchas cosas buenas, de las cuales podía estar, y de hecho estaba, muy orgulloso, tanto que se podría decir que hasta era feliz, realmente feliz, pero Z no tenía ni la mitad de la Y de X, y lo sabía, y aunque eso era algo que no le obsesionara, sí sentía cierta envidia de X por ello.

. Evidentemente, X era consciente de que, aparte de su Y, pocos motivos había para estar contento, pues ya desde pequeño, el paso de sus días se había parecido más a una maldición convertida en realidad que a lo que la gente normal en Valle Grande solía llamar ?vida?. Pero no le quedaba más remedio que tratar de seguir adelante: ya llegarían momentos de L, M, y N, soñaba mientras se refugiaba, como un campesino convertido en militar lo hace en su trinchera, en su única alegría que, como sabemos, no era otra más que su Y.

Por cierto, la foto es de FELIPE.

La Y de X

La Y de X

. Probablemente la vida no había sido justa con X. Es posible que la mala suerte se hubiera ensañado con él desde que llegó a este mundo en un parto adelantado, en el que falleció su madre. Casi con toda seguridad era la persona con más calamidades sobre sus hombros de todas las que vivían en Valle Grande. Pero de lo que X nunca se podría quejar era de su Y.

. La Y de X le producía una sensación tan agradable que le hacía olvidar, si acaso por unos minutos, todas y cada una de sus desventuras. Y es que como Z mismo decía, no todo va a ser malo, que incluso en el infierno hay algo bueno: que no hace frío. Hablando de Z, Z tenía muchas cosas buenas, de las cuales podía estar, y de hecho estaba, muy orgulloso, tanto que se podría decir que hasta era feliz, realmente feliz, pero Z no tenía ni la mitad de la Y de X, y lo sabía, y aunque eso era algo que no le obsesionara, sí sentía cierta envidia de X por ello.

. Evidentemente, X era consciente de que, aparte de su Y, pocos motivos había para estar contento, pues ya desde pequeño, el paso de sus días se había parecido más a una maldición convertida en realidad que a lo que la gente normal en Valle Grande solía llamar ?vida?. Pero no le quedaba más remedio que tratar de seguir adelante: ya llegarían momentos de L, M, y N, soñaba mientras se refugiaba, como un campesino convertido en militar lo hace en su trinchera, en su única alegría que, como sabemos, no era otra más que su Y.

Por cierto, la foto es de FELIPE.

La Y de X

La Y de X

. Probablemente la vida no había sido justa con X. Es posible que la mala suerte se hubiera ensañado con él desde que llegó a este mundo en un parto adelantado, en el que falleció su madre. Casi con toda seguridad era la persona con más calamidades sobre sus hombros de todas las que vivían en Valle Grande. Pero de lo que X nunca se podría quejar era de su Y.

. La Y de X le producía una sensación tan agradable que le hacía olvidar, si acaso por unos minutos, todas y cada una de sus desventuras. Y es que como Z mismo decía, no todo va a ser malo, que incluso en el infierno hay algo bueno: que no hace frío. Hablando de Z, Z tenía muchas cosas buenas, de las cuales podía estar, y de hecho estaba, muy orgulloso, tanto que se podría decir que hasta era feliz, realmente feliz, pero Z no tenía ni la mitad de la Y de X, y lo sabía, y aunque eso era algo que no le obsesionara, sí sentía cierta envidia de X por ello.

. Evidentemente, X era consciente de que, aparte de su Y, pocos motivos había para estar contento, pues ya desde pequeño, el paso de sus días se había parecido más a una maldición convertida en realidad que a lo que la gente normal en Valle Grande solía llamar ?vida?. Pero no le quedaba más remedio que tratar de seguir adelante: ya llegarían momentos de L, M, y N, soñaba mientras se refugiaba, como un campesino convertido en militar lo hace en su trinchera, en su única alegría que, como sabemos, no era otra más que su Y.

Por cierto, la foto es de FELIPE.

Reunión de amigos.

Reunión de amigos. Marcos mató a su madre porque la sopa estaba caliente. Juan violó a Mónica porque le había dejado, luego la lanzó a las vías del tren. Marcos y Juan lo comparten todo. Comida. Ropa. Celda. Psicólogo.

Antonio robó en una farmacia porque necesitaba colocarse. Un muchacho en prácticas le opuso resistencia. Fue la última vez que respiró sin tubos. Llevaba un mes trabajando.

Una bomba en los bajos de un Renault 11 hizo volar al sargento Domínguez. Txomin fue detenido en un control policial, tres días después. Llevaba cinco deneís falsos, y diez millones en billetes de mil y dos mil pesetas.

Melo traficaba y consumía heroína. Un día se le fue la mano, mezcló mal el yeso, y murieron catorce yonquis de Sevilla. A él lo detuvieron en el hospital Virgen del Rocío. Se salvó de milagro, preferiría no haberlo hecho.

Melo, Txomin, Marcos, Antonio y Juan están sentados alrededor de una mesa camilla redonda. Se juegan al julepe los cartones de tabaco. Va ganando Antonio, con un poco de suerte pasará esta semana tranquilo.

Una de condones.

Una de condones. ¿Os imagináis lo que puede ser ir a comprar condones o preservativos o profilácticos o capuchas o chubasqueros si el que te atiende es un poco capullo? Entras en una farmacia, con el típico nerviosismo que da el tema, que parece que te molesta que la gente sepa que usas de eso...

-Hola, quería un... una caja de preservativos. -El angelito del hombro derecho está sonrojado.

-¿Don Juan, Encanto, Everything, Profilatex, Prudence, Sico, Triángulo, Life Stiles, Durex, Maximum?

Joder, tantas marcas hay?? ¿Ya me dará tiempo antes de morir a probarlas todas? Ah no, espera, que sólo estaba tomando aire...

-¿... Do It Lovely, Instinct, Adonis, Control o Pasión del Bosque?

Me ha dejado acongojao. El curioso angelito me pregunta: "¿Será lo mismo hacerlo con Profilatex o con Adonis? Vamos, que una cosa es la marca Don Juan, que me parece de risa, y otra cosa es tener entre manos unos auténticos Instinct (marca registrada)" Vaya con el ángel celestial. Por cierto, no decían que los ángeles no tenían sexo? Bueno, la cosa es que el señor farmacéutico espera mi respuesta. Me tienta preguntarle cuántos ha probado él, con esa cara de gilipollas...

- No sé, da igual, supongo. Bueno, dame Durex o Control. (que son un clásico)

- No, igual no será, digo yo. ¿A ver, los quieres con o sin sabor?

- Eso es fácil: sin sabor. (total, si yo de lo otro no uso).

- Pues entonces , Prodence, Durex, Control. Instinct o Don Juan.

Esto parece el 50 x 15, después de pedir el cómodín del 50%. Espero no tener que utilizar ni el del público (qué vergüenza) ni el de la llamada (a quíen, a la Grijander?)

- Dáme Durex. (lo que hace la publicidad)

-Vale, Durex. ¿Comfort, Extra Fuerte, Natural o Sensitivo?

Aquí ya el diablillo rojo de mi hombro izquierdo empieza a picarme, el joputa: "Díselo, venga, dile que te da igual, cojones, que sólo son para follar y no pillar el SIDA y no embarazar sin querer, y que el resto te da por el indiferente!!"

- Ehhhh, Sensitivo, por favor. (por elegir uno).

- Tamaño Maxi, Normal, New Form,o adaptables a todos los tamaños.

El diablillo: "si quiere saber el tamaño, ponla encima de la mesa, y que te la mida el muy cerdo!!!"

- Neu Fon (que no sé que es, pero siempre me gustó ir a la aventura).

- ¿Algún color especial: rojo, azul, verde, que brillen en la obscuridad...?

- A poder ser con color a condón, ostias, de los de toda la puta vida! Y rápidito, que me tengo que ir!

Miro al diablillo, que esta flipao: "Es que eso no me lo esperaba" dice. Es que me está tocando la moral ya, el paleto éste. El angelito se parte de la risa.

- ¿Caja de seis o doce?

- Espera que cuente... Sí, doce, que si no a lo mejor me quedo corto, ¿sabes? (aquí ya me da igual todo, que me echen un Miura, que me lo meriendo. A mí con farmacéuticos egg-touchers).

- Vale. Aquí están. ¿Te los envuelvo?

- No, deja jefe, que me los llevo puestos. ¡Pues claro, coño, envuélvelos que si no los va a ir viendo todo Dios por la calle de aquí a mi casa, y tampoco es plan!. Vamos, que digo yo, eh?

- Bueno, bueno, que no es para ponerse así. Son ocho euros con treinta y cinco.
- Toma. Agur.

¡Por fín! ¡Ya tengo los malditos condones! Ahora me va a tocar racionalizarlos bien: sólo los pienso usar en caso de emergencia. Que no pienso volver aquí dentro de una semana a por más. Por lo menos dos semanas... Y mientras me dirijo a mí morada, me preguntó por qué nadie le dio un condón a la madre del de la farmacia...

Escribiendo.

Escribiendo. Me aburro esperando.
La veo mandando un mensaje con el móvil (qué forma de mover el dedo, se le va a salir).
Se levanta. Anda. Se deja ver.
Dos niños juegan a una absurda tontería.
Se vuelve a sentar. Lee unos apuntes. Hace como que lee.
Un tío con muchas horas de gimnasio pasa por delante, pecho sacado, sin respirar.
Yo ya no me aburro. Escribo. La miro. Escribo. Observo a los niños y al tío cachas, que vuelve.
Hay un extintor en mitad del pasillo. Cinco puertas que dan entrada a cinco clases. Ocho papeleras, ocho. Sobran cuatro. Nos tocan a casi dos por cabeza!
Los niños son un poco raros. Como que tienen 23 años y van conmigo a clase. Pero son unos críos.
Ha dejado los apuntes, ahora lee un libro. Un best-seller. Llagan otros dos compañeros. Saludo a uno. El otro va con los auriculares puestos. Será más interesante lo que oye que saludarme a mí. Llega otro que también me saluda.
Una chica, maja, se acerca. La conozco. Pregunta si es aquí. Aquí es. Se sienta y saca un cigarro.
Ahora llega más gente. Son todos muy raros.
Va a empezar la clase

Ya acabó la clase. Estoy en el andén del tren. Hay poca gente esperando porque hace dos minutos que salió un tren en cada dirección. Los que estamos, ocupamos cada uno un banco. Parece como si el tiempo en la estación fuera inútil para todo el mundo. Están deseando que pasen cinco minutos para irse. Pero son cinco minutos! No se pueden perder, así que escribo.
Al salir de clase ya no estaba ella. No me importa, porque no la conocía. Pero era interesante. Parecía interesante. Probablemente la vuelva a ver.
Hay obreros en la estación, porque están de reformas. No nos han dicho si las reformas son para mejor o para peor, ni si van a terminar alguna vez.
Entro en el tren. Me resulta extraño escribir aquí. Generalmente me cuesta mucho escribir y ya ves, hoy lo hago delante de cincuenta pasajeros. Unos veinte de ellos están leyendo. Otros veinte miran a los que están leyendo. Los diez que faltan pasan el tiempo. ¿Estarán pensando? Hay una que trata de dormir. Gente con gafas de sol en el tren. Gente con txapela en el tren. Gente con móviles en el tren (aquí no hay cobertura).
Tengo que hacerlo más a menudo. Lo de escribir en cualquier lado, me refiero.
La dormida ha despertado.
¿Cómo se puede llevar esa txapela con esas chanclas tan horteras? Me acuerdo también de las mallas de red del trayecto de ida. Sin embargo la chica que va a salir va muy bien conjuntada...

Transbordo.

En este tren tampoco conozco a nadie. Me suenan los dos chicos de mi derecha. Creo que son esquizofrénicos en tratamiento.
Una mujer bastante gorda apoya los pies en el asiento de al lado. No me extraña: tiene las piernas muy pequeñas en comparación con su cuerpo. Le tienen que doler. Son más grandes sus muñecas que sus tobillos.
Una peruana sujeta el bolso con los brazos cruzados. Un negro se le sienta delante. Cada vez hay más inmigrantes aquí. Los dos tienen la mirada perdida. ¿Serán felices?
Ha pasado una chica que conozco, pero no me cae muy bien. No la paro. No me ha visto o no me ha querido ver. Da igual.
La gente corre por el andén. Será que el tren está a punto de salir. Por dentro tiene las paredes empapeladas con publicidad: bancos, lotería, cursos de idiomas, normas de seguridad, tarifas, mapas.
Entra una mujer con un crío en una silla. Nadie le ayuda. A mi lado se sienta otra señora, con una revista para señoras. Un hombre con perilla lleva una mochila de escolar. El crío de la silla tiene un móvil de juguete. Pobrecillo, con su edad.
Me llama la atención una señora cincuentona escuchando la radio con unos auriculares. Suelen ser los jóvenes los que lo hacen. Miro su camiseta, tiene escrito ?Questão de atitude?, en mayúsculas. Le miro a la cara, supongo que será portuguesa, aunque no lo parece.
La mujer gorda hace carantoñas al bebé del móvil. Ahora se baja. En su sitio se sienta la madre. Me quedan unos minutos para llegar a mi pueblo.
¿Nunca has tenido ganas de tirar de la palanca de alarma, ella tan grande, tan roja? ¿Y de la otra de desbloqueo de puestas? Utilizar sólo en caso de emergencia. Siempre me han provocado / incitado.
He llegado. Salgo del tren. En las puertas giratorias de la salida dejo pasar a la portuguesa y a la peruana, para fijarme en ellas por última vez. Me adelantan los esquizofrénicos. La madre y el bebé han seguido en el tren. Dejo de escribir porque voy andando y es muy difícil.

He vuelto a ver el sol!!!

He vuelto a ver el sol!!! Sabéis lo que es estar todo el puto agosto metido en una biblioteca estudiando como un gilipollas para los exámenes de septiembre? Si la respuesta es afirmativa, sabréis también que es una de las experiencias más asquerosas que te puedes echar a la cara. Es como si el tiempo se detuviera, porque dejas de tener vida social, casi no haces deporte ni vas al cine ni ves la tele ni na de na de na. Y luego para que al sacar las notas te pongan el culo como la bandera de Japón.

Lo que voy a contar sólo será creible para los que han estudiado hasta altas horas en la noche, tomado tilas antes de los exámenes, hecho mil chuletas que luego nunca hay narices a sacar, y porque nunca entra lo que tienes en la chuleta..., para los que se han largado acojonados cinco minutos antes de entrar al examen, o los que han estado tentados a hacerlo, para los que saben lo que es estar quince días estudiando para quedarse en blanco en cuando te sientas y te dan las preguntas.

La época de exámenes sólo tiene un lado bueno: que casi siempre llega un momento en que los exámenes acaban. ¿Os gustan los documentales esos en los que hay un desierto deshabitado, llegan las lluvias, y todo renace de la nada, sumsun, sumsun, plantas, insectos, aves, gusanos...? Pues esto sucede con cada último examen del cuatrimestre. En como si te cambiaran la sangre, como si soplaran aire fresco en el cerebro, eliminando toxinas. Como si descubrieras que existe vida después de la muerte. Ese día llegas a casa, cara de sobao, media sonrisa de no se sabe si vencedor o vencido, lanzas la mochila a una esquina con una energía que ya le gustaría a Manuel Martinez. La familia o los compañeros de piso te preguntan que qué tal, (según tus padres te lo paguen todo, te lo hagan también todo y te controlen todo, o por el contrario te lo paguen todo, te lo hagas tú y vivas de juerga en juerga entre exámenes). Tú respondes la verdad, que de culo, que cómo se han sobrado, y que te da igual porque, porque, pues porque ERES LIBRE !!!!!!!

Libre. Aunque sólo sea por unos días... Pero ahora puedes hacer lo que te salga del presupuesto, puedes quedar con los amigos, puedes ir a jugar o ver futbol, balonmano, baloncesto, Fórmula 1, motociclismo, pelota, ciclismo, lanzamiento de güitos o de txapela, lo que sea. Puedes visitar y tomar cervezas con todas esas personas a las que les has dicho ?lo siento, no puedo, es que estoy liado con los exámenes...?. Evidentemente no lo vas a hacer, porque te caen como Sara Montiel, pero lo importante es que podrías si quisieras.

Libertad. Se puede discutir mucho acerca de qué es la LIBERTAD, pero lo bueno es experimentarla. Para mí simplemente es poder hacer lo que me apetece cuando me apetece. Hay una canción de Extremoduro que dice ?Quiero comer donde me entre hambre./Quiero dormir dónde me entre sueño?. Eso puede ser una buena definición de Libertad, aunque la canción luego sigue por otro camino. Bueno, pues eso, que estoy gozando de un periodo libre de estrés, libre de problemas, libre de presiones, libre de ojeras, LIBRE. Y sé que se acabará, y que será necesario que se acabe, porque sólo conociendo momentos en los que estás mal, disfrutas realmente de los momentos en los que estás bien. Y para qué lo vamos a negar, los estudiantes tenemos muchos momentos buenos. Si no es posible incluso que ya estuviéramos trabajando.

Jugando al Hinque???

Sí, ya sé que, a medida que nos hacemos mayores, nos vamos olidando de todos esos divertidos juegos que practicábamos en nuestra dulce (o no tan dulce) infancia.
Nunca hay que dejar de ser un poco niños. Por eso podríamos volver a jugar al juegos como el hinque. Vale, ya sé que no podemos ir al jardín de al lado de casa y ponernos a hacer el gilipollas, que la gente nos va a mirar con cara de marcianos ("Míralo, tan grande y tan crío, qué pena"). Pero también podemos jugar a lo americano ("iuesei, iuesei"), e irnos a Irak a jugar, pero como hombres:
En vez de un jardincillo, usan un campo abierto.
En vez de jugar un rato, juegan durante más de año y pico.
En vez de apuntar, lanzan donde se les pone en la punta del hinque.
En vez de hinque, usan misiles, obuses, y bombas.
En vez de cargarte sin querer a una lagartija despistada, se ventilan al azar a veinte o treinta personas de cada tirada.

La puntuación es un poco diferente que la del juego original, pero el que gana, siempre sale con el pecho inchado. Os lo recomiendo porque es un juego super fácil, cualquiera puede jugar, por muy subnormal que seas.
Lo peor de jugar al hinque es que al cabo de un rato el suelo se llena de agujeritos, pero se tapan con el pie y a otro país (elegir preferentemente uno con petróleo). Aquí os dejo el último campo de juego de los americanos ("iuesei, iuesei"), en Faluya. Creo que las instrucciones del juego están claras, no???

Insomnio.

Insomnio. Hay veces en las que me acuesto tarde, y no me refiero a las juergas de los fines de semana. Hay martes o jueves en que me dan las tres de la madrugada, y eso que luego medio madrugo. Se debe a que me parece que no he aprovechado el día. Me molesta tener que irme a la cama sin que haya merecido la pena el haberme levantado. Y me pregunto, ¿qué he hecho de especial? ¿me voy a acordar de hoy dentro de unos años? ¿va a ser mañana mejor día? Y reconozco que suele ser una tontería el desvelo, porque casi nunca consigo mejorar el día en esas horas intempestivas, y al día siguiente pago las consecuencias.

Yo generalmente intento buscar cosas que me llenen. Quedar con los amigos. Leer. Hacer deporte. Pero hay veces que no consigo convencerme a mí mismo de que el día ha sido bueno, y me jode. Me jode pensar que malgasto el tiempo. Me jode envejecer sin disfrutar al máximo del proceso. Había una canción (premio para el que sepa de quién) que decía que “un día más es un día menos”. Tiene toda la razón. Era una canción amarga.

Bueno, es la una de la mañana. Hoy no es muy tarde. Creo que ha sido un día bastante bueno, por lo que no me voy a quedar mucho más. Pero podía haber sido mucho mejor. Necesito tener fe en que mañana ocurrirán cosas maravillosas. Necesito creerlo.

Hasta mañana.

Resaca

Resaca No, no ha entrado una mosca en tu cerebro a través de una oreja. No, no es que se haya organizado un concierto de heavy metal entre tus sienes, al que tú no has sido invitado. Eso que te molesta en el estómago no se te va a pasar en toda la tarde, no te esfuerces en tomar una manzanilla. Tienes un problema muy grave, pero nadie te lo va a solucionar. Te enfrentas a lo que los médicos especializados denominan una “RESACA DE COJONES” (resacosix cojonensis, en latín).

Y es que todo comenzó ayer. Te empeñaste en tomar unas cervezas antes de cenar (Ya pago yo!!), que entraban muy bien porque hacía calor. En la cena el vino acompañaba muy bien tanto a los entremeses como a la carne (Qué bueno el chuletón. Oye, echa un poco más de vino...), y el cubata que te sirvieron en esa inmensa copa redonda (¿he ganado la Champions, camarero?) cerró una sobremesa agradable. El problema comenzó cuando quisiste seguir de fiesta (Yo llamo al taxi), y con los amigotes atacaste al wisky, al vodka, al ron. ¿Qué te habían hecho ellos para atacarles con tanta saña?

Así que hoy estás tumbado, con las manos en la tripa. Jode, verdad? Mirando la tele, un programa del corazón (¿"del corazón"? Les tenían que llamar "del folleteo", que es de lo único que hablan). Divisas el mando a un metro. Se va a levantar su padre. En tu casa hay mucho movimiento (¿o es que cualquier movimiento te parece mucho?), y tú sólo quieres tranquilidad, sólo pretendes pasarte todo este miserable día acurrucado, hecho bicho-bola, y que no te molesten, y que te dejen sufrir esta agonía sin molestar mucho.

Lo único bueno que tiene estar así de jodido es que... bueno... ya sabes... que he pensado... que es la última vez... y que yo no vuelvo a tomar ni puta gota de alcohol... nunca... en mi vida...te lo juro... si además no me gusta... y no me molestes más...y quítate del medio, que tengo que ir al cuarto de baño...

Quienes somos y a donde vamos.

Yo nací un martes, creo, de hace veintipico años, dónde nacemos los de Bilbao, donde nos da la gana o, en su defecto, en el hospital de Basurto. Al principio yo era pequeño, con la cara arrugadita y casi que no sabía ni hablar. Tampoco se me daba muy bien el jugar a futbol, ni nadar ni cocinar, pero con los años tuve que ir aprendiendo, porque como decía mi señor padre: ?Éste no va a estar toda la vida chupando de la teta de su madre"? Envidioso...

La cuestión es que, con el pase del tiempo (¿tiene pies el tiempo?), me fui paulatinamente convirtiendo en el especimen que hoy soy. Lo tuve que aprender todo, porque los niños de ahora son un poco incultos. Y ahora que estoy aquí, y soy yo, es decir, mi yo de ahora, entonces... ahora, ¿qué?

Sí, ahora, ¿qué? ¿Hacia dónde tengo que girar? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué/quién quiero llegar a ser? Necesito tiempo para analizarme detenidamente. No es tan fácil. Siempre pensamos que lo único que conocemos con absolúta certeza es a nosotros mismos. Mentira. Así que me voy a hacer unas preguntas, e intentaré discernir las respuestas (discernir no es una palabrota!!)

¿Eres una persona buena?
¿De cuantas cosas te arrepientes?
¿Qué cosas querrías haber hecho?
¿Qué querría hacer?
¿Cúantos amigos tienes?
¿Eres feliz?
¿Crees que dentro de cinco años estarás mejor o peor que ahora?
¿Eres hipócrita?
¿Conduces o te conducen?

Las respuestas me las tengo que pensar mucho. Puede que mañana o pasado pueda darlas, pero alguna pregunta me asusta mucho. Tengo que analizarme, con paciencia. Deseadme suerte.