Lo siento por tí.

Hoy le he visto otra vez, y he sentido pena. Sé que he intentado ayudarle, he trabajado al 70% de mis posibilidades, pero no lo he conseguido, y eso me pone triste. Sé que le he apoyado más incluso que su familia, más que alguno de sus profesores, sé que todo lo he hecho de forma gratuita, pero eso no quita para sentirlo, por él, por su futuro.

No voy a empezar por el principio, no me gusta dar demasiados datos reales sobre mí en este blog, me gusta mantenerme lo más posible en el anonimato. Sólo puedo decir que espero que otra persona logre lo que yo no, él es sólo un niño.

El año que viene va a huir, se marcha. Sólo tiene once, quizás doce años, y ya lleva bastantes huyendo. ¿Hasta dónde puede llegar una persona que huye sin razón? ¿Hasta dónde puede llegar un adolescente? Me caes bien, chico, por eso lo siento. Lo siento por tí, y sólo te conozco desde hace unos meses.

PD: Lo peor de todo es que ya no puedo ayudarte: no me has dejado.